16 de marzo de 2012

Aquí les comparto esta reseña sobre una antología donde publiqué un cuento que escribí hace algunos años, la idea surgió teniendo en mi cabeza el ritmo y el terciopelo de la canción TRAGEDY de los Bee Gees, no sé por qué, es más el cuento en sí no tiene nada que ver con eso, pero así sucedió esta idea, que era el título original del cuento. Lo comencé a escribir y lo primero que apareció fue algo cayendo de los árboles, algo que golpeó con su nombre, era Windsor y así, con esa mutación comencé a ingresar a ese universo que iba además nutriéndose de mi circunstancias personales. En ese momento vivía en Leicester, una extraña piedra olvidada de la corona inglesa, y también vivía en una ensoñación de Londres, en un par de semanas  que pasé ahí, habitando esa ciudad como si estuviera dentro del cuento TRAGEDY.

He llegado a oir en algunas zozobrantes mesas literarias, que las obras, cuando son explicadas por el autor, pierden cierto interés. Yo no resistí la tentación de al menos contarles un poco, tomando en cuenta que para mí uno de los grandes dones de la escritura es que puede invadir de tal modo tu conciencia que se convierte en un estilo de vida, en una exploración de múltiples entornos desconocidos al precio de un sólo viaje en metro.


Aquí el enlace donde pueden leer el cuento y una reseña que trata en parte este cuento cuyo título final muto de Tragedya a BREVEDAD DE LAS HORAS y que forma parte del cuerpo de imaginaciones oscuras que integran el libro EPIDEMIA DE ZOPILOTES.

Fortuna

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